El ojo humano se ha adaptado para admirar las formas curvas de la naturaleza y no las formas rectas artificiales. Por esto, el diseño curvo consigue que las imágenes envuelvan al espectador y permite al usuario sentirse dentro del contenido ya que la forma curva reproduce la forma del ojo humano y adapta la superficie de la pantalla a la visión de las personas, con esto los usuarios tendrán una mayor percepción de los detalles.